lunes, 17 de noviembre de 2008

Como la vida misma.


La vida es como la carretera. Toda ella es un cambio de rasante continuo... avanzas, avanzas, avanzas y poco a poco ves lo que te espera al final del ascenso, pero sigue subiendo y subiendo de modo que nunca sabes lo que te encontrarás en la bajada.
Por veces, se vuelve más fácil, parece que lo ves todo claro y aceleras como en una recta.
En ocasiones hay sinuosas curvas que pueden dejarte mal parado si no sabes conducir debidamente y corres el peligro de salirte de la curva, si no eres fuerte.También están los otros coches: algunos te adelantan a velocidades inalcanzables; otros, se quedan muy por detrás de ti.
Por no hablar de los baches, de los socavones...que hacen que te detengas. A veces los superas y continúas: metes primera y vuelves a arrancar, sin embargo otras.. el motor no vuelve a funcionar nunca.
Son muchas las personas que hace tiempo que no pasan por una recta y que no hacen más que superar baches y curvas , esperando ser lo suficientemente fuertes como para no salirse de la carretera.



Leyla.