Y entonces lo supo. Su cabeza se había ordenado de forma simétrica separando lo que estaba bien de lo que estaba mal, lo que la hacía feliz de lo que la hacía desgraciada, lo que le convenía de lo que le perjudicaba, lo que formaba parte del pasado del camino a seguir para alcanzar su futuro... Era en este último punto donde residía su principal problema: la despedida. La vida era eso al fin y al cabo, una eterna y dolorosa despedida.
Pero esta vez no tenía excusa, sabía cuál era su camino. Era largo, con curvas y seguramente complicado. Y tenía miedo, por supuesto que tenía miedo. No obstante, mientras su mente trataba de aferrarse con desesperación a sus recuerdos, sus pies ya se habían puesto a recorrer el sendero que la llevaba hacia su futuro .
Esta vez todo sería diferente. Estaba abriendo sus alas y pasando tal vez, por el momento más crucial de su vida y nada, absolutamente nada podría detenerla.
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Y así, con esta última entrada, me despido de los seguidores del blog. Ha sido toda una experiencia haber participado en las escrituras voluntarias así como en la subida de algún que otro artículo. Me hubiera gustado haber escrito muchas más cosas, pero la falta de tiempo me ha impedido hacerlo. Ahora que abandono el instituto, les toca a otros coger el relevo. Espero que lo valoren y lo disfruten tanto como yo lo he hecho. Nada más, sólo me queda agradecer a los profesores del departamento de Lengua Castellana Ana Figueiras y Aldo Daparte haberme brindado la oportunidad. Espero que este proyecto continúe. Mientras exista alguien que ame la literatura tanto como yo lo hago, blogs como éste seguirán adelante. Gracias y hasta siempre.
Tania Rodríguez Braga 2º A Bachillerato (Curso 2009/2010)
